Elaborado por Christian Busch y Julia Devos, publicado en el sitio web del Foro Económico Mundial
El mundo tal y como lo conocíamos ha dejado de existir. Las empresas y las personas se han visto obligadas a realizar transiciones rápidas casi de la noche a la mañana, lo que ha provocado niveles sin precedentes de desconexión humana, estrés, falta de preparación e imprevisibilidad.
Esto tiene enormes implicaciones para los ejecutivos de las empresas y otros responsables de recursos humanos. En estos tiempos de crisis no resulta fácil saber qué, cómo y cuándo. ¿Cómo pueden los líderes fomentar la innovación, la resiliencia y la serendipia (buena suerte) necesarias para sobrevivir y prosperar?
A continuación, las 6 recomendaciones:
1. Acepte que nadie tiene todas las respuestas y sea transparente al respecto: Con un fuerte liderazgo y reconociendo que el plan exacto probablemente evolucione o cambie, los líderes pueden generar confianza y mantenerse abiertos a soluciones nuevas e innovadoras.
2. Esté disponible para otros: En un momento en el que muchos empleados se sienten desconectados entre sí y respecto a su empresa, es fundamental poder escuchar e interactuar activamente con ellos y brindarles la seguridad psicológica necesaria.
3. Considere las crisis y los errores de manera diferente: Prácticas concretas, como los análisis y cierres de proyectos, ayudan a convertir los posibles fracasos en oportunidades de aprendizaje y nos permiten replantearnos las capacidades en función de los desafíos nuevos y emergentes.
4. Integrar la alegría: Múltiples estudios en los ámbitos de la psicología, la sociología y la antropología afirman que la alegría es altamente beneficiosa para la gestión del estrés, la creatividad y el aprendizaje. En un momento en que a las personas les resulta difícil levantarse de la cama, los líderes deben ser creativos para implicar a sus empleados. Esto puede incluir soluciones aparentemente inverosímiles, como las desarrolladas por Green Delta Insurance Company: el grupo ha creado canciones en las que todos cantan su trozo. El objetivo es garantizar el bienestar emocional de los empleados mediante el desarrollo de “espacios de relajación” para las personas que están en modo de lucha o huida, estados en los que no solemos alcanzar nuestras expectativas…
5. Ver en la adversidad una oportunidad: Desde la crisis de la COVID-19, han surgido múltiples iniciativas que, en circunstancias normales, habrían tardado años en concretarse, incluidas las relacionadas con las actividades virtuales. Utilizar este impulso como una oportunidad para integrar dichas iniciativas puede resultar beneficioso a largo plazo y brindar la posibilidad de desarrollar una organización más ágil y en red, siempre que los cambios estén en sintonía con los valores y los objetivos del grupo.
6. Iterar con rapidez: Se trata de cuestionar los supuestos y de una iteración rápida. Se pueden incluir opciones de baja probabilidad en nuevos productos que podrían ser adquiridos inesperadamente por personas.
*Texto publicado en World Economic Forum